Perspectiva ciudadana de la Política y la Religión en estos tiempos

Perspectiva ciudadana de la Política y la Religión en estos tiempos; el nivel espiritual y cultural de los países determina su tipo de gobierno.

La Biblia y sus principios pueden aplicarse en la esfera política. Dios es soberano y, por ende, su Palabra corre y es glorificada en otros ámbitos humanos, además de en la iglesia, pudiendo normar la conducta en todas las esferas sociales, incluida la gubernamental, señaló el Pastor José Sosa, en el marco de una reunión con la Senadora Verónica Camino Farjat. 

Hoy vivimos en tiempos de gran necesidad. Es sumamente necesario que la Iglesia, el Cuerpo de Cristo deje pasar la inercia religiosa a una real aportación espiritual, moral y cultural en una sociedad herida y desorientada, es la hora de dejar la apatía, el apocamiento, los perjuicios y la religiosidad que han impedido a muchos creyentes ver más allá de las cuatro paredes de la iglesia local.

Existen muchos ejemplos bíblicos prominentes como José, Moisés, Nehemías, Ester y Mardoqueo, Daniel, Pablo y muchos otros, que ilustran la metodología y propósito último de Dios con la incursión política de sus Siervos y Siervas, a saber, la salvación de Su pueblo y el establecimiento de Su reino aquí en la tierra.

Nos damos cuenta de que en estos tiempos de gran necesidad, y ante el aumento sin precedentes de la corrupción, la violencia y la desintegración familiar, los creyentes deben entender la dimensión espiritual de esta situación y la gran responsabilidad que tenemos como depositarios de la Gran Comisión.

Nosotros creemos que las naciones, así como sus gobiernos, dependen del grado espiritual de sus ciudadanos. Un país de creyentes e intercesores espirituales afectará positivamente tanto a los gobernantes como a sus esferas institucionales y sociales.

En realidad, Dios estableció tanto a la sociedad como al estado. Él puede establecer su señorío no solo a través de un hombre (monarquía) o a través de unos cuántos (dictadura) o bien a través de la voluntad de las masas (democracia). La Biblia afirma que “no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas” Romanos 13:1

Pensamos… Qué el nivel espiritual y cultural de los países determina su tipo de gobierno. Para una nación habitada por gente noble, educada y temerosa de Dios, cualquier tipo de gobierno les será benévolo. Pero un país con gente pecadora, murmuradora, detractora y rebelde, difícilmente se podrá gobernar con gente distinta a ellos.

La eficacia de un gobierno estará garantizada más que por su forma (monarquía, dictadura o democracia), por la estatura cultural, moral y espiritual de sus gobernados.

Tristemente hoy vemos que en otros países cuyo nivel moral y cultural no es suficientemente sólido, la modalidad de gobiernos seudo-democráticos se verá en frecuentes riesgos de guerrillas, terrorismo, narcotráfico, golpes de estado, alborotos, represiones y todo tipo de inconformidades sociales.

Sin embargo, la existencia del Estado, cualquiera sea su tipo de gobierno, es insustituible. El mismo instinto gregario del hombre le obliga a ello. Además, la administración de justicia, así como la maquinaria burocrática, la existencia del ejército y demás cuerpos de seguridad no deben constituir un dolor humano sino una providente dádiva de Dios tendiente no a perjudicar sino a defender al hombre.

La existencia del Estado y las instituciones constituye una cobertura que Dios ofrece por gracia a todo ciudadano común. Por medio de ellos, Él frena y combate la influencia pecaminosa y delincuencial, promoviendo un orden moral disciplinario, sin embargo, la corrupción puede afectar seriamente está función.

Existen, por ejemplo, muy buenos gobernantes y líderes políticos pero lamentablemente están rodeados de burócratas y personas sin escrúpulos cuya única finalidad es enriquecerse al amparo de sus puestos o función pública.

Una nación cristiana no es la que tiene una mayoría de población cristiana, ni que es gobernada por una entidad eclesiástica. Una nación cristiana es la que se guía y fundamenta sobre principios bíblicos cuyas leyes e instituciones reflejan una alta consideración a los valores éticos. “Procurando el bienestar, la seguridad y la paz de toda una nación”.

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Nosotros tenemos deberes cristianos bíblicos… Uno de ellos es “… estar en paz con todos los hombres”, Romanos 12:18

“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.” Proverbios 11:14

“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” 2 Corintios 5:18-20.

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